David Soria, revolución, brillantez y pasión por dar vida a las ideas para impactar así como dejar una huella positiva en este mundo.
Hace meses atrás conocí a David, posee un talento innato para encontrar el sentido y vida de una marca, proyecto o producto. Creativo, emprendedor y todoterreno capaz de generar movimiento.
Si algo destaco de David es su tremenda capacidad para generar cercanía a pesar de una pantalla, un “doer” y “thinker” único que estoy convencida de que será de marcar un antes y después en la generación, gestión así como crecimiento de productos.
David, es un culo inquieto y lo demuestra con su capacidad de generar proyectos como lo son sus dos newsletters que hoy te recomiendo:
“Ni un pelo de producto”
“Cartas desde Melkartia”
¡Gracias, gracias de corazón David por tu increíble post!
Y por cierto, un abrazo para mi amigo de cuatro patitas Bilbo.
Nos han vendido que el buen trabajo habla por sí solo, que el talento encuentra su camino… Pero la realidad es otra: Si no muestras lo que haces o lo que eres, pasas desapercibido. Y en tiempos difíciles, cuando la motivación flaquea y la inseguridad pesa más que la confianza, es cuando hay que recordar todo lo que vales.
Cuando una decepción te golpea (ya sea laboral o personal), lo primero que sufre es la autoestima. Empiezas a dudar de tu talento, de tus logros, de si realmente eres tan bueno/a como pensabas. Justo ahí, en ese momento de fragilidad, construir y fortalecer tu marca personal puede ser la mejor válvula de escape. No solo te ayuda a mantener la visibilidad y ampliar tus perspectivas, sino que también te obliga a reconocerte, a recordar todo lo que has hecho y todo lo que aún puedes aportar.
Construir tu marca personal no es un acto de ego, sino de reconocimiento. Es dejar huella, es asegurarte de que quienes deberían conocerte lo hagan. Y, sobre todo, es una forma de reafirmarte en quién eres y lo que aportas.
Nadie va a contar tu historia mejor que tú.
La construcción de una marca personal sólida en momentos de dificultad emocional, aun siendo derivada de problemas laborales, es todo un desafío... Pero también puede convertirse en una válvula de escape si se aborda con autenticidad, introspección y estrategias claras.
¿De qué forma podemos construirla?
1. Reconociendo (y gestionando) las emociones.
Aceptación y autenticidad: Enfrentar las emociones negativas no solo es saludable, sino que también puede humanizar tu marca personal. Mostrar vulnerabilidad y compartir cómo superas los desafíos puede generar conexiones genuinas con tu audiencia, además de conseguir algo mucho más importante: Fortalecer la confianza en ti como profesional.
Gestión emocional: Practica la introspección para identificar cómo tus emociones afectan tus decisiones y comportamientos. Esto te permitirá proyectar una imagen más equilibrada y resiliente, tanto de cara a tu público objetivo como una forma de organizar tus pensamientos.
2. Definiendo tu propósito y tus valores.
Motivación clara: Identifica qué te inspira a construir tu marca personal: Tener un propósito sólido te ayudará a mantener el enfoque, incluso en los momentos más complicados. ¡De esta forma te retroalimentarás!
Autenticidad en los valores: Una marca personal debe reflejar quién eres realmente, incluyendo tus fortalezas, áreas de mejora y lo que puedes aportar al mundo profesional. Gurús hay muchos, pero tú eres único/a en el mundo.
3. Comunicando tu valor.
Habla de lo que haces: Si no comunicas tus logros y capacidades, nadie lo hará por ti. La visibilidad es esencial para que otros reconozcan tu valor profesional... Y, además, te servirá para recordarte a ti mismo/a cuánto vales.
Narrativas personales: Comparte historias que resalten tus habilidades, aprendizajes y resiliencia. Estas historias no solo te diferencian, sino que también inspiran a otros. Es justo lo que espero con este post.
4. Haz que tu Marca sea resiliente.
Resiliencia emocional: Aprende a adaptarte a las adversidades manteniendo una actitud positiva. Esto no solo fortalecerá tu marca personal, sino que también te ayudará a superar los retos laborales. Sin caer en topicazos wonderfulistas, una buena predisposición ayuda.
Autocuidado: Prioriza tu bienestar físico y mental para estar en las mejores condiciones de gestionar tu vida profesional y personal. Un refrán tonto que usamos mucho en casa es: Si quieres que la leche esté buena, la vaca tiene que estar bien.
5. Diferénciate en el mercado.
Investigar sí, copiar no: En un entorno competitivo, la autenticidad es clave para destacar: Aunque te bases en estructuras y hacks de otros, no ganas nada si copypasteas. No temas mostrarte como eres, y aporta valor desde su experiencia personal y profesional.
Y sobre tu alIAda: Quiero conocerte a ti, no a tus prompts. Creo que no hace falta especificar más.
6. Y para acabar: La importancia del qué, y del cómo.
Dale vida: Participa en redes profesionales para aumentar tu visibilidad, publicando y comentando contenido que refleje tus conocimientos y habilidades. Evitemos comentarios y post genéricos, aunque tardemos más.
Feedback: Solicita retroalimentación constructiva para ajustar tu enfoque, además de revisar qué es lo que te funciona y qué es lo que no. Recuerda que hay una gran mayoría silenciosa que no interactúa, pero te lee. Para eso están los datos.
Si me permites el consejo, quédate con esto: Construir una marca personal fuerte mientras atraviesas un estado de dudas requiere valentía para aceptar tus emociones, claridad sobre quién eres y determinación para comunicar tu valor al mundo.
Recuerda: Nadie puede hablar mejor de ti que tú mismo, y si no compartes lo que haces, nadie lo sabrá.
Gracias por dejarme entrar en este rinconcito tan personal.
Y gracias por ser como eres.
¡Quiérete!
Es tan cierto que en los momentos de dificultad es cuando más necesitamos recordar lo que valemos.
Reconocernos y hablar de lo que hacemos no es un acto de ego, sino de reafirmación.
Gracias por este recordatorio tan necesario: nadie puede contar nuestra historia mejor que nosotros mismos.